14 de junio de 2020
Por: P. Jorge Pérez
Hoy celebramos la solemnidad del Corpus Cristi, del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Una festividad en la que destacamos un evento central de nuestra fe, la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, en su cuerpo, sangre, alma y divinidad. Ha sido una enseñanza central de nuestra fe desde los comienzos de la Iglesia que Jesús está verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del altar, como enseñan las Escrituras, la Tradición y el Magisterio. Sin embargo, hoy en día las estadísticas indican que más del 60% de los católicos en los Estados Unidos ya no creen en la presencia real de Cristo en la Eucaristía; lo ven como un mero acto de culto a Dios de estilo protestante, por lo que podemos entender aún más muchos comportamientos que acompañan esta falta de creencia. Esto es, sin duda, una tragedia para la Iglesia que debemos corregir lo antes posible; debemos catequizar insistentemente en todos los ámbitos sobre la majestad de tan exaltado sacramento. Así lo enseñan las Escrituras en los Evangelios sinópticos, el pasaje de la institución de la Eucaristía, "Este es mi cuerpo, esta es mi sangre", Jesús no dijo que esto es una representación de mi cuerpo, o que esto se parece a mi sangre, Él habló, en efecto, de su cuerpo y su sangre. Pero vemos todo esto aún más claramente en el capítulo 6 del Evangelio de San Juan, el discurso del Pan de Vida: "Yo soy el Pan vivo que bajó del cielo... El pan que os voy a dar es mi cuerpo... si no coméis el cuerpo del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre no podéis tener vida. "Jesús no podía hablar más claro; nos dejó su presencia en el Santísimo Sacramento y ahora es nuestro deber adorarlo y amarlo como él quería ser amado. Oh Sacramento Santísimo, Oh Sacramento Divino, toda la alabanza y toda la acción de gracias sea tuya en cada momento.
Amén.
P. Jorge Pérez
Hoy celebramos la solemnidad del Corpus Cristi, del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Festividad en la que resaltamos un acontecimiento central de nuestra fe, la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía en su cuerpo, sangre, alma y divinidad. Ha sido una enseñanza central de nuestra fe, desde el inicio de la Iglesia, que Jesús está realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar, así lo enseñan las Escrituras, la Tradición y el Magisterio. Sin embargo, hoy las estadísticas señalan que más del 60% de los católicos en los Estados Unidos ya no creen en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, la ven ya como un mero acto de culto a Dios al estilo protestante, de ahí podemos entender además muchos comportamientos que acompañan esta falta de creencia. Esto es, sin duda, una tragedia para la Iglesia que debemos corregir lo antes posible, catequizar insistentemente en todos los ámbitos sobre la majestad de tan excelso sacramento. Así lo enseñan las Escrituras en los Evangelios sinópticos, el pasaje de la institución de la Eucaristía: "Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre", no dijo Jesús esta es una representación de mi cuerpo, o esto se parece a mi sangre, habló en efecto de su cuerpo y sangre. Pero todo esto lo vemos aún más claramente en el capítulo 6 del Evangelio de San Juan, el discurso del Pan de Vida: "Yo soy el Pan vivo bajado del cielo... El pan que yo les voy a dar es mi carne... si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre no pueden tener vida". Jesús no pudo hablar más claro, nos dejó su presencia en el Santísimo Sacramento y es ahora nuestro deber adorarlo y amarlo como Él ha querido ser amado. Demos gracias al Señor por habernos regalado este don del cielo. Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Sea por siempre bendito y alabado.
Amén.
P. Jorge Pérez